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martes, 18 de marzo de 2008

domingo, 16 de marzo de 2008

El fiasco del PNV

Buena noticia se dió el nueve de marzo en Euskadi. El apoltronado PNV ha perdido muchos votos. Nadie tiene muy claro porqué, si es por los años en que Imaz ha dado un discurso de nacionalismo descafeinado, si por el contrario, es por el proyecto de referéndum que tiene Ibarretxe entre bastidores, o es simplemente por el desgaste de un partido que lleva gobernando Euskadi desde que nació la actual autonomía vasca.

Lo que sí que está claro es que el PNV está hoy bastante más lejos del electorado que años atrás. Se ha aventurado Joseba Egibar en decir que todo es culpa de que el mensaje nacionalista ha de imprimirse con mayor vigor, y que debe explicarse bien el derecho a decidir del pueblo vasco (o más bien, de una parte del pueblo vasco). Porque los García, los Sánchez, los López y los Jiménez también son parte de ese pueblo vasco, aunque el PNV se obstine en crear un universo nuevo, lejano de la realidad en la que el País Vasco está ubicada.

Lo que también está claro es que es imposible hablar de planes soberanistas o de otras historias en el clima de ausencia de libertades sociales, políticas y de opinión que sufren (o sufrimos) los vascos. El derecho de todo ciudadano en democracia es tener la libertad para que puedas caminar sin miedo por la Gran Vía de Bilbao o tener una charla política con tu primo en cualquier cafetería, sin el temor a que los de la bufanda palestina esa te la tengan jurada el resto de tus días por decir que eres del PSOE o del PP.

Tampoco hay derecho a que en nombre de los vascos (como si, después de cuarenta y tantos años, mis tíos no fueran tales) se haga un plan de secesión, se asesine a un concejal o se reclame Pamplona y Miranda de Ebro como parte de eso que ellos llaman "Euskal-Herría".

Como sucede en la TV3 de Cataluña, en la Euskal Telebista, canal autonómico vasco, sigue mostrándose un mapa del tiempo ficticio. Un mapa que recoge no sólo las tres provincias del País Vasco, sino lo que ellos entienden por "Euskal-Herría". Poco a poco, este mapa va quedándose en la mente de aquellos que ven la Etb. Como éste, miles de detalles impregnan el partidismo y la ensoñación del gobierno peneuvista y sus medios públicos. Con los impuestos de todos, el PNV manda su mensaje y manipula a la opinión pública a su antojo.

Pero parece que se atisban tiempos de cambio. El PSE-PSOE ha salido reforzado de las últimas generales. Patxi López ha ganado una batalla electoral importantísima cara a las elecciones al Parlamento Vasco del próximo año, y la presidencia de Euskadi por vez primera corre peligro para los "hijos de Arana".

Los batasunos (o como diablos quiera que se llamen ahora) están nerviosos. No sólo han perdido la batalla militar hace años, sino que su batalla política podría estar diluyéndose por momentos, porque día a día, la sociedad vasca se cansa y se indigna un poco más de los asesinatos indiscriminados de la ETA, de los excesos de poder del PNV y de los planes de suicidio colectivo que en nombre de todos los vascos dirigen los Ibarretxe, Egibar y Urkullu.

ETA se debilita; puede matar pero lo hace cada día con menor respaldo. El PNV se tambalea; gobierna, pero empieza a dudarse de su unidad, de su mensaje y de su capacidad de futuro. Con estas premisas, el cambio en Euskadi es sólo cuestión de un poco más de tiempo. El año que viene, el País Vasco debería asistir a un cambio de gobierno que permita a los vascos pensar por una vez en otra cosa que no sea la megalomanía que viene protagonizando el nacionalismo vasco desde que Ibarretxe y Egibar tomaron los mandos de la nave.

Elecciones andaluzas

La victoria de Chaves en las elecciones al Parlamento de Andalucía sacan a relucir varias cosas, entre otras que los andalucistas son una nulidad mayúscula, y que Arenas, pese a su meteórico ascenso, sigue siendo visto por muchos como un "señorito".

Ahí es donde Manuel Chaves sigue teniendo la manija de la situación. La lógica política es clara: Andalucía ha progresado, al igual que el resto de España. Pero si somos realmente ecuánimes, la Comunidad Autónoma Andaluza ha progresado más que la mayoría del resto de CC.AA. españolas. La sociedad abierta, cosmopolita y urbana se percibía ya en la Barcelona, el Madrid o el Bilbao de finales de los sesenta y principios de los setenta. Esto no llegó tan rápidamente a Andalucía, que tardó aun años en "reciclar" su modo de vida.

Este progreso ha tenido mucho que ver con el autogobierno, y también mucho que ver con el Partido Socialista, que desde el inicio de la democracia, ha sido el más grande y fiel feudo del PSOE.
Desde Escuredo a Chaves, el Partido Socialista ha barrido por la lógica política de una mejora sustancial en el nivel de vida, una gran revitalización de los pueblos y unas infraestructuras en constante desarrollo.

Y esto, pese a quien pese, ha sido en gran parte gracias a los socialistas. Son ciertas, sin embargo, las acusaciones de los abusos del "partido de la rosa" (uy, esto es también aplicable a UPyD). Algunos alcaldes, consejeros, funcionarios, y otros miembros públicos del PSOE han utilizado sus cargos de manera poco transparentes, la televisión pública andaluza parece el brazo mediático del PSOE y muchos ayuntamientos socialistas adolecen de un sectarismo casi caciquil.

Pero es que, entre que el PSOE ha hecho por Andalucía más que cualquier gobernante, en cualquier momento de la historia de España, y que la oposición es muy mala, por no decir prácticamente inexistente, es imposible imaginarse una "Andalucía azul". De cada dos sevillanos que han votado, más de uno ha votado a Alfonso Guerra, y esto es una realidad, aunque sea una realidad que a muchos choque.

Y es que con el PSOE se han mitigado en gran parte algunos de los clichés históricos de Andalucía: el señorito a caballo, el emigrante forzado, los omnipotentes curas, el "pa lo que usté mande, patrón".......

Ni siquiera la UCD del gran Suárez, ni el PP de Aznar, lograron vencer nunca en las provincias de Huelva, Jaén, Granada y Sevilla, y eso sólo puede ser debido a que ni el PSOE lo ha hecho fatal, ni el PP y los andalucistas lo han hecho tan bien.

En Andalucía, el llamado PER (Plan de Empleo Rural) también ha funcionado muy bien para que en los pueblos se siga votando al PSOE y es lógico, a nadie le amarga un dulce, a pesar de los múltiples chanchullos que se cometen en la ejecución de un plan, que bien estructurado, sería un beneficio para Andalucía.

A los andaluces no les (nos) ilusiona la desastrosa oposición, en la que hace falta gente nueva pero realmente con mensaje y programa, y ni el PP ni la CA, ni IU-LV-CA saben lo que es eso a día de hoy. Y a la vista de los acontecimientos, a Manuel Chaves tampoco, porque sólo destacando alguno que otro de sus logros, es capaz de tapar todas sus asignaturas pendientes, que son muchas, y hacer del pasado su propaganda para el futuro.

¿Qué pasará con Izquierda Hundida?

El hundimiento político de Izquierda Unida era previsible. Llamazares, el señor de los lloros (justificados o no, pero lloros al fin y al cabo) no ha conseguido unir una coalición resquebrajada, lejana a la sociedad, casi anacrónica. Su programa político da risa, el esperpento parlamentario de dos portavoces, uno para la izquierda verde catalana y otro para el resto de España, su errática acción política y el constante juego de "cuchillos largos" que ha atenazado a la formación casi desde sus inicios, han desacreditado la aceptación que podría haber llegado a tener si hubiera aprovechado bien sus cartas, que no eran pocas.

El Partido Comunista de España era el único partido verdaderamente fuerte en la clandestinidad franquista, pero las excesivas cesiones de Carrillo descafeinaron el mensaje que durante cuarenta años Radio España Independiente y los comunistas de pro, anti-pequeñoburgueses, habían dado a ese pequeño sector social con bemoles para enfrentarse al "hombre de los pantanos".

Así que IU asumió, con los años, un discurso novedoso, cogiendo de aquí y de allá, unos cuantos "okupas" por aquí, unas pinceladas "graffiteras", unas gotas de victimismo y otras cuantas de indecisión y continua renegación de sus principios, mezcladas, eso sí, con la justificación de los desmanes de Hugo Chávez y la dictadura castrista. Total, que IU se quitó de encima algunas de las mejores propuestas del comunismo histórico y mantuvo los peores estigmas del estalinismo más cerril.

Así les ha ido. Desde que se fue Anguita, no hemos hecho más que ver continuos castañazos históricos. Si un partido como IU no cree en España ni en sus instituciones, si no se ha bajado de la burra de la revancha por la derrota de la Guerra Civil (burra a la que se volvió a subir con Llamazares) y si, en fin, sus mejores ideas ha sido, a toro pasado, criticar la ley electoral (muy injusta, pero han tenido muchos años para reclamar) y pactar con los "batasunos" su posición no puede ser más merecida. Y me da pena, porque el Partido Comunista, por importancia histórica y por vocación de "partido del pueblo" ha pasado a ser completamente irrelevante.

Sólo espero que, si resiste este cataclismo, el PCE se presente a cara descubierta en las próximas elecciones, pero eso sí, recuperando lo mejor de aquel partido que se convirtió en referente de los que reclamaron la libertad en un tiempo en el que hacerlo era un desafío.

Unión, Progreso y Rosa Díez.

Con todo lo que pasó en las pasadas elecciones, se me ocurren varias conclusiones; es más, da para escribir varios libros. Una de las cosas más relevantes que sucedieron fue el escaño de UPyD, es decir, del partido de Rosa Díez, Savater y Buesa.

Siendo personajes que se encuentran a las antípodas de mi pensamiento político (especialmente el señor Buesa), verdaderamente me alegro del resultado de UPyD, y preferiría que hubiera sacado más escaños, sobre todo porque una democracia verdadera no puede asistir a una situación en la cual, entre los dos gigantescos partidos nacionales y los grupos nacionalistas manejen a su antojo un país en que hay gente que quiere ser de izquierdas y no cabe en los tejemanejes socialistas, y gente que quiere ser de derechas y no admite el "Santiago y cierra España" de los populares.

UPyD y Ciudadanos, pero especialmente los de Rosa Díez, son dos propuestas innovadoras, diferentes al "y tú más" de PSOE y PP, y además, con mucho más contenido del que parece. Otra cosa es la cohesión interna, que seguramente es mucho menor.
El programa de los nuevos progresistas es mucho más completo de lo que pudiera parecer de una fuerza creada por su animadversión a las políticas de Zapatero, y propone unas ideas que bien podrían ser miradas tanto por Ferraz como por Génova. Si el programa progresista lo hubiera llevado desde hace años el Partido Comunista, seguramente mejor les hubiera ido.

UPyD no contó con mi voto porque mi postura es diferente a la de este partido en lo referente al tristemente malogrado proceso de paz, pero el resto de sus ideas bien podrían ser las del PSOE, que en estos últimos años ha dejado demasiado margen de maniobra a ERC, al PSC, al BNG y, en general, a cualquiera que pudiera asegurarles el poder. Y ahí es donde los socialistas se han equivocado, cada vez más gravemente, en los últimos años.

Puede que Rosa Díez lleve un componente de revancha por haber perdido ante ZP las primarias, pero también propone lo que a este país le viene haciendo falta desde hace años: cerrar de una vez por todas el capítulo competencial, igualar las atribuciones de las Comunidades Autónomas para que un ciudadano de Puertollano o de Miranda de Ebro no sea ni más ni menos que uno de Santurce o de Castelldefells, mejorar una ley electoral injusta y obsoleta, separar mejor al poder judicial de los políticos y permitir que los españoles podamos decir que lo somos sin ser por ello unos fascistas.

Se avecinan tiempos extraños, y ojalá, verdaderamente, que sean tiempos en los que, con UPyD o sin ella, los dos grandes partidos dejen de ser sólo eso, dos grandes partidos, y se conviertan en lo que deberían ser: un reflejo de nuestra sociedad. Porque yo, actualmente, ni me siento representada por lo que representa el Zapatero del "proyecto sin España" o el Rajoy del "España sin proyecto".

viernes, 14 de marzo de 2008

Ahora resulta que los capitalistas son respetuosos con el medio ambiente

Como cada mañana desde que estoy en situación de "stand-by" profesional, a eso de las doce, visito la página por excelencia del neoliberalismo mediático español, Libertad Digital.

La página del archiconocido Federico Jiménez Losantos y otros amigos tan simpáticos como él tiene individuos que, como en mi post del otro día, hablan de las privatizaciones a todo lo privatizable. Lo que nunca podría haberme sorprendido tanto es lo que hoy he leido. En su artículo titulado "el capitalismo es bueno para el medio ambiente" el economista chileno y ex-Presidente del Banco Central de Chile, Álvaro Bardón, trata de hacernos creer que las empresas miran por el medio natural, y que sólo las sociedades opulentas pueden permitirse el lujo de proteger la riqueza medioambiental.

Sus explicaciones no podrían ser más burdas, por mucho que sea economista. Todo lo basa en que las sociedades pobres no cuidan el medio natural. ¿Pero qué se creerá este señor que están haciendo las compañías extranjeras en los países subdesarrollados y en vías de desarrollo?

También habla de lo desastroso de la gestión medioambiental de los regímenes comunistas. Me parece bien, el Lago Baikal fue contaminado durante décadas por los gobiernos de Moscú, creando una catástrofe medioambiental gigante, y la "Presa de las Tres Gargantas" es un insulto al planeta. Pero no creo yo que más beneficioso sea el "Complejo de los Monegros", la tala indiscriminada de árboles en la Amazonia, la refinería que van a plantar en Villafranca de los Barros, y otras barbaries por el estilo. La única diferencia está en que unas las ha hecho el Estado, y otras las han hecho los ricos, los poderosos, aquellos que siempre tienen la sartén por el mango.

A los empresarios siempre les ha dado igual tirar la basura, o la mierda, para qué ser tiquis-miquis, en los ríos, en los mares, en las tierras o donde haga falta. Sin olvidar que las sociedades de consumo producen mucha más basura que las sociedades que este señor llama "pobres". ¿O es que las cunetas de los caminos de Libia, Lesotho o Namibia están llenas de bolsas de basura, electrodomésticos viejos y otras porquerías, como están nuestras carreteras?.

La culpa de la contaminación ambiental no es culpa exclusiva de una ideología o de otra, pero puestos a elegir culpables, elegiremos a los que detentan los recursos para producir ingentes vertidos, a los que implantan fábricas en países donde las regulaciones medioambientales son menos exigentes por la necesidad, es decir, a las grandes compañías.

Si en los países ricos no existiera una regulación del Estado (que por otro lado, también se saltan a la torera las empresas), seríamos países aún más contaminados de lo que ya estamos. Así que dejemos de mezclar la velocidad con el tocino, porque si hay algo que ha causado contaminación ambiental a raudales han sido los gases de efecto invernadero, y la mayoría convendrán conmigo en que es en Europa, Estados Unidos y Japón donde éstos se producen en mayores cantidades y sin importar nada. Que no nos vengan vendiendo la moto de que las empresas son muy buenas y muy limpias y el Estado es el culpable de todos los males.

jueves, 13 de marzo de 2008

Sitios de España donde he estado ^^


Las provincias en verde indican provincias donde he estado, pero de las cuales no conozco su capital. ^^

Qué le ha pasado a Esquerra?

No eran pocos los que creían que, superado el aznarismo, los nacionalismos reducirían representación. La tónica general así lo demuestra, pero si tenemos que ejemplarizarlo, Esquerra Republicana de Catalunya se lleva la palma. El partido de JOSE LUIS Carod Rovira ha perdido más de la mitad de su electorado, y cinco de los ocho escaños con que contaba en la pasada legislatura.

Según mi perspectiva, y hablando con amistades catalanas, es obvio que la hoguera que encendió Aznar en su segunda legislatura, con el "trío de las Azores" y su animadversión a los nacionalistas, y muy especialmente a ERC, lo que provocó a muchos catalanes votarle precisamente por eso: porque el mensaje de Aznar fue interpretado por una parte del pueblo catalán como un ataque frontal al catalanismo, a su idioma, a su modo de vida y a su "hecho diferencial" o como queramos llamarlo. Además, Carod nunca hubiera soñado tanto protagonismo como el que Aznar y sus correligionarios le dieron en su momento. El dicho de "es bueno que hablen de uno, aunque sea mal" sería en este caso aplicado con gran acierto.

También tuvo mucho que ver en este acelerado ascenso de ERC la aparición de Joan Puigcercós, un maestro en el arte de hablar y negociar, y un político que, en su momento, ha llegado a caer simpático hasta fuera de Cataluña. Puigcercós ha demostrado sobradamente su valía, tanto que le ha restado gran protagonismo a Carod.

Y ahí es donde ha estado otro de los factores del descalabro de Esquerra: la bicefalidad del partido, su desunión interna, y el recelo de Puigcercós con respecto a Carod y viceversa. Puigcercós está alejado de esa imagen demagógica propia de Carod, es más pragmático y plural, lo cual beneficia enormemente a Cataluña.

Otro motivo seguramente sea el voto útil hacia el PSC, la sucursal catalana del PSOE. Inteligente voto éste, ya que permitirá respirar a Zapatero de una vez por todas. Esquerra (y más que Esquerra en sí, Carod) era un grano en el culo del Presidente del Gobierno, y no ha tenido que extirparlo por las malas. Ojalá estas buenas noticias se confirmen en las próximas elecciones al Parlamento catalán, porque Montilla tampoco es que esté exultante de felicidad con el del bigote.

Y por último, hay que destacar la radicalización de CiU, y muy especialmente de Artur Mas, jugando a ser más nacionalista que Esquerra, movimiento que puede haber sido útil para desarmar a ERC, pero nefasto para definir lo que quiere ser CiU en un futuro. Es escuchar a Durán i Lleida, y quererle votar, aunque no seas catalán, y escuchar a Mas, y rezar por la vuelta de Pujol.

En conclusión, para que el nacionalismo crezca, dale duro y para que sea útil, deja que participen.

En Ferraz el champán circula

Pocas noticias podrían hacer más feliz al PSOE. Rajoy afirma continuar, y lo hace, según parece, apoyado por tres de los personajes más carismáticos de los "niños de la gaviota": Aguirre, Gallardón y Camps.

A los dos primeros, la decisión del gallego les habrá sentado como una patada en donde no se dice, especialmente después de la lucha intestina que viene sufriendo el partido desde hace meses (o años) entre los moderados de Gallardón y los ortodoxos de Esperanza. Esta última se atreve incluso a dejar claro que el aparato del partido está con Rajoy, y que todo aquel que preste batalla, no tendrá nada que hacer.

Quizás Rajoy sepa que su marcha hubiera significado un clima de ruptura del partido similar a la que sufrió el PSOE "pos-Felipe". Y quizás por ello se mantenga ahí. O puede que le haya gustado la poltrona, incluso cuando es derrotado por un Zapatero que, sin ser un gran Presidente del Gobierno, ha mostrado ser un fantástico candidato.

Lo que no sabemos es si Rajoy llegará a 2012 tranquilamente. Gallardón y Aguirre tienen demasiada ambición y demasiadas cuentas pendientes para que se resignen a aguantar silenciados bajo un líder que, ni convence a los españoles, ni los convence a ellos. Ni mucho menos a los medios próximos a los de Génova.

Sin duda, las celebraciones por la continuidad de Rajoy no son tanto en Génova como en Ferraz. Puestos a elegir, prefieren a un Rajoy "maricomplejines" (que diría el predicador liberal, Federico Jiménez Losantos) que a los dos líderes madrileños, los cuales han mostrado sobradamente su capacidad de movilización. Lo que ya no está tan claro es si Rajoy logrará en el futuro lo que Gallardón si conseguiría: arrastrar el voto de los indecisos y de los socialistas críticos con el devenir de Zapatero.

El método D`Hondt, entre la utilidad y la injusticia.

Se está hablando mucho últimamente sobre la famosa ley electoral, principalmente debido al descalabro de Izquierda Unida y a que Rosa Díez ha necesitado 300.000 votos para obtener un escaño por la provincia de Madrid.

Me parece muy lógico que IU y UPyD se quejen. Realmente es injusto que un voto le cueste menos de 60000 papeletas al PNV y 300000 a estas dos fuerzas. Está clarísimo, el método D'Hondt está construido para favorecer el bipartidismo, la alternancia de dos fuerzas, que crecen, por supuesto, exponencialmente debido a su capacidad mediática, dejando a las fuerzas "minoritarias" en el desamparo electoral más absoluto. Con el método electoral en vigor, las fuerzas pequeñas están destinadas a empequeñecer lentamente y de forma sostenida.

Sin embargo, y observando experiencias como la italiana, no creo que los grandes partidos se atrevan a proponer el sistema Sainte-Laguë u otros que favorezcan una representación más pura, aun siendo más justos. Los países con sistemas electorales más reales tienden a crear un Parlamento cuarteado, en el que las mayorías se convierten en tejemanejes mucho más complicados, que favorecen el conchavamiento de los grandes partidos con pequeñas formaciones. Si esto ya ocurre hoy con un sistema corregido, imaginémonos un Congreso con catorce o quince fuerzas políticas, cuatro o cinco de ellas por encima de los 40 o 50 diputados, pero ninguna con una mayoría más o menos respetable. Podría llegarse a la inoperancia parlamentaria.

Partiendo de que ningún sistema electoral es perfecto, es cierto que el actual es mejorable, sobre todo para lograr que los votos valgan igual en Madrid que en Teruel, para que se vea la realidad de los votos y cada cual tenga el peso real de su población. Podemos acercarnos a ello. Y también sería esencial acabar con el esperpento de las listas cerradas o reducir su impacto.

Yo propondría que un escaño por provincia fuera elegido en listas cerradas, eligiendo un partido político, mientras que el resto de escaños, asignados en relación directa a las personas que hayan ejercido su derecho al voto, sean elegidos en listas abiertas. Los alemanes utilizan un sistema con cierto parecido y no parece irles mal.

De todos modos, ésta es de esas disputas vanas, ya que ninguno de los dos grandes partidos estarán dispuestos a reformar una ley electoral que ha funcionado bastante bien para ellos, y que ha favorecido una cierta estabilidad institucional.

miércoles, 12 de marzo de 2008

Ellos lo llaman "papá Estado"

Sí, ellos, los nuevos liberales. Así, con comillas, con un tono despectivo, con ese aire de quien viste todos los días de Zara, de Lacoste o de la (en España extinta) Mark's & Spencer. Y al mismo tiempo, y reduciéndonos al ámbito de España, estos liberales de pro, estos que denigran el Estado, se envuelven en la bandera española, en la bandera del Estado (a menos que la bandera de España sea un dibujo o trapo sin valor alguno). España es un país, o un conjunto de regiones, culturas, sentimientos (a veces encontrados), pero es, ante todo, un ESTADO. Y resulta curioso que las corrientes liberales hegemónicas en España denigren lo mismo que defienden con tal firmeza.

Pero no es ahí donde me asustan los liberales. Después de todo, defienden a España, de la que me siento ciudadano. Lo que más me preocupa es que los movimientos liberales preconizan la reducción a la mínima expresión del Estado, para que sea, ante todo, un aparato represor y muy poco más. ¿Privatizar las carreteras, los hospitales, los colegios? A eso aspira muchísima gente, toda la que sigue diarios como "Libertad Digital" o muchos votantes populares, y no me extrañaría que muchos socialistas también.

El Estado puede jodernos la vida a veces, son interminables los trámites administrativos, las tasas, impuestos, tributos, y demás historias, pero también garantiza una atención médica gratuita (de la que incluso abusamos), un sistema educativo para todos, carreteras gratis, trenes en sitios donde no es económicamente rentable, prestaciones de desempleo, pensiones...

¿Alguien sensato cree que sin Estado, puedan asegurarse todas estas materias? La respuesta es clara: NO. Pero por si alguien no lo tiene claro, que viaje a Estados Unidos. El país liberal por naturaleza, el llamado "país de las oportunidades" es un gran ejemplo de las desigualdades sociales provocadas por un Estado famélico en materias sociales. Si vas al médico, pagas; si quieres que tus hijos aprendan a leer, pagas; si quieres pensiones o prestaciones de desempleo, hazte un plan de ahorro; si quieres transportes en tu pueblo, a ochenta kilómetros de la capital, cómprate un coche, porque sino no podrás montarte en un tren mantenido en contra de las leyes del mercado.....

Está claro que pagamos impuestos, pero saldría infinitamente más caro tener que pagar cada uno, individualente, para un servicio. Si necesitamos un by-pass (o como se diga) no creo que tengas ese dinero necesario. Si contribuimos todos con nuestros impuestos, nadie tendrá que pagar una salvajada y todos arrimaremos el hombro.

Si dejamos que el nuevo liberalismo derrote a los Estados, también perderemos la protección social que aun nos queda a los que trabajamos, porque en un sistema tal, manda el capital (mucho más de lo que ya manda ahora) y seríamos continuamente pisoteados.

Ya en los años 30, Roosevelt tuvo que rescatar a Estados Unidos del liberalismo incontrolado de los "locos años 20", esos en que la regulación del capital no existía, en que el Estado dejaba todo a las empresas privadas..... y que costó una crisis mundial con consecuencias de sobra conocidas.

En fin, espero que "papá Estado" siga siéndolo durante muchos años, porque no quiero tener que depender de mi sueldo mileurista para pagar la educación de mis futuros hijos, si es que un día llegan.

martes, 11 de marzo de 2008

Ibarretxe, haz tu referéndum ahora!

Como el País Vasco está, como Cataluña, harto de sus políticos, y sobre todo de los aventuristas, de los que se preocupan más de los derechos territoriales que de los derechos ciudadanos, el Partido Socialista de Euskadi ha conseguido lo que nadie había conseguido en la democracia española actual: ganar en las tres provincias vascas al PNV.

Pese al descenso de población en el País Vasco (que a priori, beneficiaría al PNV) los socialistas han ganado en las tres provincias. ¿¿Puede ser porque el electorado nacionalista haya confundido las cejas de Zapatero con las de Ibarretxe?? Pues puede, pero también puede que el referéndum sea la mayor bazofia presentada jamás como idea a un pueblo en España (y mira que era difícil superar el Estatuto de Cataluña eh!!!). Y también puede que sea la reacción ante una posible (aunque improbable) victoria del Partido Popular, el cual da grima en muchos sitios, pero en Euskadi y Cataluña más.

Yo, como vasco, le digo al señor Ibarretxe que, por favor, haga su referéndum ahora. Que no espere a finales de año, ni a 2014 como en Cataluña, ni leches. Así todos quedaremos contentos y tranquilos unos cuantos años, a ver si de una vez por todas se le mete en la cabeza a los peneuvistas, a los hijos de puta (perdón, quise decir izquierda abertzale), y a los de la Lasagabaster, que ni el País Vasco, ni Iparralde, ni mucho menos Navarra, están dispuestos a perder su bienestar social por una aventura de la que nadie sabe sus consecuencias.

El único partido nacionalista que sube en Cataluña es CiU. No me extraña, es que Durán i Lleida es de lo mejor que ha dado la política catalana desde Pujol o Tarradellas, junto con Puigcercós (por mucho que me halle lejos de sus planteamientos). El problema de Durán es que tiene que vender el mensaje de una CiU suave, aterciopelada, casi como el muñeco de Mimosín, cuando en Cataluña, Artur Mas echa sapos por la boca, se radicaliza más para restarle votos a Esquerra (y puede ser que le esté funcionando). No se puede tener ese mensaje dual. No se puede estar comprometido con el Estado y a la vez, presentar iniciativas que van justo hacia la destrucción de éste.

Así que, según lo veo, se presenta una legislatura interesante en estas materias. Esperemos que esta vez, Zapatero sea de verdad Presidente de Gobierno y no comparsa de los partidos nacionalistas.

Me olvidaba de felicitar a Esquerra Republicana por su éxito....... una vez más se demuestra que quien se alimenta de los radicales tiene también su riesgo: que sea todo radical: sus miembros, sus subidas y sus bajadas.

El objetivo está logrado

Sí, por fin. El objetivo está logrado. El PP no nos gobernará. Los "hijos de la gran Gaviota" tendrán que esperar para plagar España de banderitas, de "caspa cañetera", de clones de Urdaci y demás basura "pro-genovesa".

Los buitres del alzacuellos, los "libegales de pro", la de "gesto agrio y estricta conducta", el "Alomojó", el director de los tirantes, y toda su prole, ya tienen motivos para convertir la espalda de Rajoy en una especie de cojín de pinchar alfileres, aunque creo que ya hacía tiempo que le estaban clavando todo lo que podían (alusiones sexuales al margen).

He de confesar que Rajoy, en ciertos momentos de la campaña, podría haberme convencido. Es un hombre sosegado, creo que limpio, pero le pesa demasiado su pasado. El mismo señor que hablaba de "hilillos", y que se ha tirado cuatro años tirando mierda de todas las clases y colores al Gobierno de España, no podía tener más que lo que ha tenido. Y eso que el PSOE, en algunas cosas, ha sido un desastre de primera categoría.

Sin duda, lo que mejor le puede pasar a este país es que cierren la COPE (upps, no, que luego dicen que la gente de izquierdas quiere liquidar el pluralismo). Bueno, pues si no vale eso, lo mejor que le puede pasar a España es que el PP se renueve profundamente. Acebes, Zaplana, Rajoy, y todos estos individuos, deberían ir pensando en tomar la "vía Llamazares".

Pero me temo que todo seguirá más o menos igual. El PP es más retrógrado que la extinta UCD, y pagarán las consecuencias. Con la actitud que están teniendo en los últimos años, o replantean su estilo, o se augura un largo desierto azul. Y eso, aunque a la izquierda militante le siente mal, es MALÍSIMO para España, porque para que los sistemas políticos funcionen, y funcionen bien, y todos seamos beneficiarios de una buena gestión, hace falta que los que mandan tengan verdaderos contrapesos, fuerzas que sean capaces de constituir una alternativa real. Y me temo que el PP dejó, hace ya cuatro años, de serlo.