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jueves, 19 de agosto de 2010

La libertad menguante y la hipocresía creciente.

Es un hecho: Internet tiene éxito. Muchos dirán que su tirón radica en ser útil para aprender, otros afirmarán que es una extraordinaria herramienta de trabajo, algunos comentarán que es el medio más eficaz de conocer gente con tus mismos intereses, y no serán pocos los que a la vez dirán que es más entretenido que la televisión y más versátil que la radio o el periódico. Y aunque todos estos argumentos tienen muchísimo peso en la expansión de la "red de redes", obviamos que hay un elemento que a medida que avanza el tiempo, es más evidente en Internet y menos presente en la vida cotidiana: la libertad.

Y es que lo "políticamente correcto" se impone en nuestra sociedad, sin que podamos hablar libremente de lo que pensamos, sin que podamos criticar a quien queramos y sin que podamos expresar cosas que, por una u otra cuestión, te pueden causar problemas.

En Internet estas barreras no existen, al menos hasta hoy. Tenemos muchas herramientas mediante las cuales podemos expresamos, desde los foros hasta las, ahora en voga, redes sociales, pasando por chats y blogs.

Sin embargo, hay cosas que parecen nimiedades y que cada día nos quitan de nuestras libertades individuales y colectivas sin que podamos (o queramos) más que mirar hacia otro lado y conformarnos con lo que se nos impone.

El año pasado Teófila Martínez, alcaldesa de Cádiz, prohibió el nudismo en la playa gaditana de La Cortadura después de más de 30 años de tradición nudista, en un claro acto de regresión de los valores morales de nuestra sociedad. Uno de los muchísimos ejemplos del retroceso de las libertades que vive nuestro país, y la sociedad occidental en general; caso similar el que se vivió este verano en las playas de Salou, donde se pretende acabar con la indumentaria de baño por las calles del pueblo... absurdo que después de mucho esfuerzo por aceptar el cuerpo humano tal y como es, ahora se pongan normas restringiendo la normalidad ya existente.

También en las playas, en este caso en la Barceloneta, de Barcelona, he visto una cosa muy preocupante: se multa a vendedores ambulantes y usuarios con 500 euros por hacer mercadería en ese espacio; ¿para cuándo harán una ley en la cual se penalice realmente tanto al camello como al consumidor?.

Y es que, en este país puedes comprar cocaína donde te dé la gana y consumirla, pero por supuesto no puedes comprar un DVD en el "top manta" ni una sombrilla a un vendedor ambulante de las playas, pero claro, hay políticos que consumen cocaína, pero ninguno tiene problemas para comprar un DVD original.....

3 comentarios:

Anónimo dijo...

este país debería de llamarse Hipocresía....a veces el nombre de España nos queda grande.....

Anónimo dijo...

telepollazo

Anónimo dijo...

La hipocresia es el deporte nacional,seriamos campeones todos los años.